Escritor Clorindense y sus obras publicadas en Dunken
- Formosa Inteligente

- 27 may 2016
- 3 Min. de lectura

Felipe Armando González, es un escritor clorindense de 42 años, un formoseño, amante de las bellas letras que participo del ROI (Recepción de Obras Inéditas) Editado por la Editorial Dunken, en el libro “Pulsiones I” que fue copilado por Axel Fernández Roel. El cuento elegido: “El Hombre-lobo y el Hombre-Yaguareté. Que narra que el terrateniente Walter Geiser, dueño de la estancia “Corona de oro” fue alertado de la presencia de un yaguareté. Buscaban a un experto cazador. Jean Michel Garou, un amigo de la juventud de Walter que se conoció en Paris en la torre Eiffel. En el camino le agarra una tormenta y las aguas va creando raudales que arrastra el automóvil y este se incrusta en un enorme árbol. El chofer que lo acompañaba sobrevivió y el extranjero desapareció.
El cazador sigue el rastro del yaguareté tras unas horas de persecución empieza lentamente a oscurecer. Dos hombres se fueron a buscar leñas y hacen la fogata. Los perros cansados se colocan cerca del fuego y se quedan dormidos. Se oyó el rugir del yaguareté es demasiado cerca del campamento y se alarmaron los hombres. Pasaron tensos minutos, hasta que al fin, el cazador, vio el brillo de los ojos de felino. En ese momento, aparece sorpresivamente de entre los arbustos, un furioso lobo que pelea ferozmente con el yaguareté. Un hombre logra disparar al lobo y lo hiere en la pata delantera y la cabeza. Entretanto, el lobo y el yaguareté son mordidos por los perros. El yaguareté se escapa y se mete en la espesura de la selva; y el lobo siguió el recorrido del río.
Esperaron a que amaneciera, se reunió dos grupos; unos, siguieron el rastro de sangre que dejo el yaguareté encabezado por el cazador; los otros, siguieron al lobo, que dejo su huella a orillas del rio. A varios metros encontraron a un hombre muerto flotando en el río y lo trajeron a al orilla. Los hombres se percataron de que el muerto tenía heridas de bala en la cabeza y en el brazo como el lobo herido.
Mientras, tanto el cazador, los hombres y los perros llegaron hasta el refugio del yaguareté, donde encontraron cráneos de animales y hombres. Entro a la guarida y encontró a un hombre moribundo que se está desangrando por las heridas de bala en el pie y el cuello. Hasta que murió con los ojos abiertos lleno de dolor. Entonces, el cazador en un acto de furia agarro el filoso cuchillo y le corto la cabeza. Llego la venganza por haber matado a su pequeña hija de cinco años. Luego, enterró la cabeza ensangrentada en un lugar apartado.
Los dos muertos fueron llevados en un caballo hasta la estancia. Walter reconoció a su amigo lo agarro con fuerza y lloro por su muerte. Ordeno a sus peones que entierren los cuerpos en una zona retirada de la estancia cerca de un gran árbol de flores de color rosa y le pongan cruces.
El abuelo les contó este cuento a sus nietos en un día de lluvia entre rayos y truenos. En la sola iluminación de una vela en medio de la mesa.
El libro: “El sentir en letras”, copilado por Ramona Esther Sánchez. Fue seleccionado el poema “El Amor”, inspirada en la mitología griega con Afrodita, diosa del amor y Eros, el deseo que conocen el amor de los mortales. La personificación del héroe en el autor del poema busca de la mujer perfecta esculpida por Zeus, dios de dioses. Al final el héroe encuentra a la mujer deseada y viven juntos hasta el último suspiro de la vida terrenal.












































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