Insfran presidio homenaje a San Martín en el 166º aniversario de su fallecimiento
- Formosa Inteligente

- 18 ago 2016
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El gobernador Gildo Insfrán presidió la ceremonia conmemorativa al 166° aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, General José Francisco de San Martín llevada a cabo este miércoles en la plaza central de nuestra ciudad.
Asistieron al acto junto al primer mandatario, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Guillermo Horacio Alucín, el presidente provisional de la Legislatura Armando Cabrera, el Jefe de Gabinete, Antonio Ferreira, ministros y secretarios del Poder Ejecutivo, el Procurador General del Superior tribunal de Justicia Sergio Rolando López, legisladores del Parlasur y diputados provinciales.
Además: autoridades provinciales, municipales, jefes de las fuerzas armadas, seguridad y policiales con asiento en la ciudad, representantes de partidos políticos, miembros de la Asociación Cultural Sanmartiniana y representantes de asociaciones libres del pueblo y delegaciones del nivel primario, secundario y superior de educación.
Durante el acto, Insfrán depositó una ofrenda floral a los pies del busto que recuerda a San Martín, y luego hicieron lo propio distintos representantes de la sociedad, como miembros de asociaciones sanmartinianas, tras lo cual se tributo con un minuto de silencio en memoria del prócer.
Las reflexiones alusivas a la fecha estuvo a cargo del director de Asuntos Juveniles, Fernando Galarza quien evoco que hace poco evocábamos los 200 años de la declaración de la independencia política de 1816, para cuestionar que “fue testigo invitado un oxidado rey heredero de aquel imperio vencido por la Patria”. “Pocos recordaron a aquel hombre nacido en Yapeyú, amamantado por Rosa Guarú y acunado por el canto milenario del rio Uruguay, aquel que renunció a los honores de su brillante carrera militar. José Francisco de San Martín abonó en su alma la herencia libertaria sembrada con sangre y fuego en el levantamiento de José Gabriel Condorcanqui el célebre Tupac Amarú, en su holocausto, y en las revoluciones de Oruro y Chuquisaca, interpretó el espíritu criollo sudamericano desde cada origen, y lo tradujo en doctrina, y con ella organizó el más brillante ejército que pisó nuestra tierra”, afirmo.
Destaco Galarza que “amparado en las creencias más profundas de nuestro pueblo, se cubrió de la celeste y blanca para empujar con carácter y autoridad la independencia de las provincias unidas y luego tras vencer las cumbres andinas, liberar a Chile y Perú”.
Amplio indicando que “sabía en su interior que la independencia sería una lucha permanente y que los imperios transfiguran de formas y de estrategias, pero no cambian sus objetivos, sus metas. El puerto de Buenos Aires y sus conspiradores, especialistas en enjuagues políticos y financieros le demostraron que la propia integración nacional sería una larga utopía, pero también era consciente que el germen libertario había enraizado en el corazón del pueblo” precisó”.
Memoro que “el asedio y bloqueo francés de 1838 a 1840 al puerto de Buenos Aires fue la primera muestra de intención de otros imperios sobre suelo argentino, desenmascarándose en 1845 con la alianza anglo-francesa para intentar obligar por la fuerza a Juan Manuel de Rosas la libre navegación de los ríos interiores”.
Indicó que “La heroicidad de nuestros oficiales y sus soldados en la batalla de la Vuelta de Obligado hizo que fracasara esa invasión y en reconocimiento al brigadier Juan Manuel de Rosas, poco antes de su muerte, el gran capitán de la libertad e América, San Martin envió su sable, aquel con el que había librado la batalla por la independencia”.
Consideró que “el pensamiento sanmartiniano, la semilla de la gran patria, se convirtió en un valor supremo de nuestro pueblo, por eso en cada tiempo, enfrentando las estrategias imperiales, tuvo sus representantes auténticos”.
Reflexiono en esta línea afirmando que “desde el reconocimiento a los grandes movimientos argentinos, propulsores de la liberación de cualquier yugo extranjero o interior, se ha consolidado una línea histórica que parte del libertador, pasa por Rosas, Irigoyen y el general Juan Domingo Perón, fundador del Movimiento Nacional Justicialista y presidente por tres veces de la Argentina, declaró la independencia económica el 9 de julio de 1947, encaminando a la Nación en convertirse en una potencia mundial, pero fue imposibilitado por un golpe de estado planificado y ejecutado por los imperios coloniales, Estados Unidos y el Reino Unido de Gran Bretaña”.
“Podemos afirmar que aun en el siglo XXI luego de años de oprobio, intervenciones militares y gobiernos con planificación neoliberal y colonia la revolución por la liberación está viva en el corazón de los argentinos”, expuso.
Para el joven funcionario, “esta línea histórica inaugurada por San Martin, es el norte de la edificación de la Nación, con sus adalides y detractores, estos últimos siempre enlazados con intereses financieros, representan a otra línea de la historia que no pueden contar, pues está plagada de traiciones, entregas y pedido de perdón a los poderes dominantes del mundo”.
Marco el hecho de que “hoy no despliegan las armas y la pólvora para tomar el poder como antes, tienen corporaciones mediáticas y grandes emporios económicos que los apoyan, como una red global al servicio de los imperios, pero siempre siguen sojuzgando a los pueblos”.
Destaco que “desde el fuero mismo de nuestro pueblo reverdecen los retoños que sostienen este pensamiento libertario, hombres y mujeres de amor argentino, de compromiso con el pueblo y su destino, con proyectos de felicidad y grandeza que escriben la historia de los grandes tiempos”.
Dijo además que “en nuestra tierra joven, que no batalló la guerra de la independencia, se ha erigido por decisión popular un bastión de libertad y felicidad inexpugnable, con un conductor esclarecido y formidable, heredero del pensamiento libertario de San Martin y forjado en la actualización doctrinaria nacional de Perón, que ha proclamado y ejecutado un modelo de provincia de equidad y justicia social, integrando con identidad a un pueblo olvidado y excluido, el gobernador Gildo Insfrán”.
Afirmo que “por más que hoy la historia patria nos es negada, aunque se extiendan vallados en las conmemoraciones para no juntarse con el pueblo, íntimamente, en lo profundo de nuestro espíritu, en este tiempo de afrenta con la amenaza de la dominación, podemos oír la trompeta de San Lorenzo y su llamado a la lucha, que nos convoca a los jóvenes a levantar el pensamiento sanmartiniano como una gran bandera, con la figura de San Martin, Rosas, Irigoyen y Perón, llevándonos gloriosamente a cumplir nuestros sueños y el de nuestro pueblo”.
“La militancia por la argentina y Latinoamérica es hoy, con ardor, con patriotismo, con el fuego de la juventud, en paz como nos enseñaron nuestros conductores, pero valientes y fervorosamente”, expuso concluyente, dando lugar al pasaje de desfile de fuerzas policiales y de seguridad que cerró la evocación.












































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