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6 alimentos que los asmáticos deberían evitar

  • Foto del escritor: Formosa Inteligente
    Formosa Inteligente
  • 30 dic 2016
  • 4 Min. de lectura

El problema de muchos alimentos es que aumentan la producción y mucosidad y empeoran los cuadros de las personas con problemas asmáticos. Para evitarlos, conviene incrementar el consumo de otros ricos en magnesio.

Aquellas personas que sufren de asma suelen buscar qué recetas caseras o alimentos tienen que consumir para reducir los episodios, pero no muchos conocen qué comidas deberían evitar.

Existen alimentos que pueden aumentar los síntomas en los asmáticos. Por ello lee el siguiente artículo para enterarte más.

La dieta evita el asma


Esta afirmación podría sonar un poco “pretenciosa”, ya que la comida no es la única receta para los asmáticos. Sin embargo, la dieta tiene una gran incidencia en el día a día de cualquier persona con una enfermedad de este tipo. Limitar la ingesta de ciertos alimentos y llevar una nutrición saludable puede ayudar a tratar el asma. ¡Un excelente complemento para los tratamientos convencionales!


Grasas saturadas

Se encuentran en muchos de los alimentos que componen nuestras cenas o almuerzos como, por ejemplo, la bollería, la carne roja y los fritos. Las grasas saturadas también están presentes en la comida procesada y, según laClínica Mayo, incrementan los síntomas del asma. Esto se debe a la respuesta del sistema inmunitario al “recibir” estas sustancias.


Por lo tanto, se recomienda consumir ácidos grasos Omega 3 (presentes en los pescados azules, las semillas de lino y las nueces, por ejemplo) y fuentes de proteínas magras (leche desnatada, pechuga de pollo y legumbres). Cuando hagas la compra verifica que los alimentos no contengan grasas saturadas. Asimismo, opta por cocciones sanas como el vapor, el horno o la parrilla.

Lácteos enteros

Al tener grasas en cantidad empeoran los síntomas. No es necesario que te conviertas al veganismo. Basta con que comas lácteos de forma inteligente: elige productos desnatados y trata de sustituirlos de vez en cuando (¿has probado, por ejemplo, la leche de almendras o el queso de patatas?). Solemos comer muchos lácteos sin darnos cuenta, ya que están presentes en varias recetas y alimentos cotidianos: sopas cremosas, pastas rellenas, helados, café con leche, batidos, mantequilla, etc.


Como si esto no fuese suficiente, la consistencia y textura de los lácteos exacerban la producción de mucosidad y, por ende, aumentan la congestión. Esto hace más difícil que podamos respirar libremente en un episodio de asma.


Carnes rojas

De nuevo tenemos que hablar de las grasas saturadas, porque la carne las contiene en grandes cantidades. Si bien hay excepciones, como la carne de cordero, que es más magra, lo cierto es que la de vaca o cerdo empeoran los cuadros de asma. Según una investigación de la revista Nutrition, aquellos que consumen mucha carne roja son más propensos a desarrollar asma. Come una vez por semana como máximo y opta por alternativas más sanas, como el pollo, el pavo o el pescado.


Cítricos y tomates

¿Cómo pueden hacernos mal estas hortalizas que supuestamente son buenas para la salud? Tanto los cítricos como los tomates tienen muchos nutrientes y fibras, pero también componentes que podrían empeorar los síntomas en personas asmáticas. No es preciso que dejes de consumirlos de la noche a la mañana pero, al menos, procura reducir su ingesta.


Alimentos salados

El exceso de sodio en el cuerpo provoca problemas renales, obesidad y edemas en las piernas.

También puede tener incidencias negativas en los pacientes con asma, ya que aumentan las respuestas del sistema inmunitario y desencadenan los síntomas de esta enfermedad.

Usa muy poca sal en tus platos, evita los alimentos procesados, como las sopas enlatadas o el puré instantáneo, y las patatas fritas o snacks.

No lleves el salero a la mesa y lee muy bien los empaques de lo que compras en el mercado porque tienen “sodio escondido” (incluso las cosas dulces tienen sal).


Grasas trans

También conocidas como grasas sólidas, están hechas gracias a un proceso donde se incorpora hidrógeno al aceite vegetal. No son para nada saludables y aumentan los riesgos de padecer enfermedades cardíacas o diabetes, así como también de agravar los síntomas del asma.


Evita todos los productos que contengan grasas trans (entre ellos, la margarina, los alimentos fritos de restaurante y los aceites parcialmente hidrogenados). Estas grasas están presentes también en las galletas y bollería industrial, los pasteles y las masas para pasteles.


Por el contrario elige alimentos que tengan “grasas buenas” como los aceites de oliva y colza o canola (orgánico), las semillas de lino y los frutos secos, como las almendras y nueces. De esta forma no solo reducirás el asma, sino que también evitarás muchas otras enfermedades.


El magnesio contra el asma

En la dieta de alguien que sufre asma no pueden faltar alimentos ricos en magnesio. Este mineral es necesario para relajar los músculos y el sistema respiratorio.

Además, es antiinflamatorio y broncodilatador. La dosis diaria recomendada es de 500 mg.

Para poder ingerir magnesio tenemos que llevar una alimentación rica en frutas y verduras crudas, así como también legumbres y frutos secos.

Si sufres asma no dudes en añadir a tus platillos todos estos alimentos:

  • Semillas de sésamo y de calabaza

  • Soja (en todas sus presentaciones)

  • Legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes)

  • Germen de trigo

  • Aceite de onagra

  • Verduras (acelga, espinaca, judías verrdes, brócoli, perejil, zanahorias, cebolla)

  • Frutas (plátano, dátiles, uvas pasas, maracuyá)

  • Frutos secos (pistachos, nueces)

  • Avena

  • Algas wakame

  • Ajo





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